El Obispo Emérito de Garzón, siempre inquieto por asuntos nacionales, expresó ayer viernes en el artículo para este Diario cual debería ser el “verdadero freno a la corrupción”.
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Al dialogar con nuestro reportero amplio su pensamiento de que “antes que leyes y consultas de anticorrupción está la recta formación de la conciencia y la ejecución de obras benéficas a la comunidad, ejecutadas con diamantina honradez”. Basado en la “Radiografía de la corrupción”, hecha por la U. Externado de Colombia, destacó lo indispensable de la educación desde niños y jóvenes basada en principios morales y cívicos generalmente admitidos y en la exigencia a los mayores de rechazo de todo crimen y de toda actuación deshonesta, comenzando por los servidores públicos en todas las ramas del poder.
Presentó el Prelado puntos muy concretos que deberían hacerse en consulta popular para erradicación de la corrupción, a los cuales contestar SÍ o NO:
1.- Colocar, por algunos años, en el plan educativo del País, “Cátedra de honestidad”, en todos los establecimientos de educación públicos y privados, con intensidad de al menos una hora semanal, con bien delineado contenido basado en principios de ley natural universalmente aceptados.
2.- Señalar como uno de los puntos necesarios para aprobación de cada grado la calificación positiva de esta Cátedra de honestidad.
3.- Colocar la honestidad, con determinada medida, entre los puntos necesarios para la evaluación de todo educador para permitirle ejercer la docencia.
4.- Establecer penas severas para educadores, padres de familia y empleadores a nombre del Estado, que induzcan a prácticas deshonestas o delictivas.
5.- Establecer penas económicas, y aún cárcel, a quienes en contratos con el Estado realicen algo corrupto y se les declare inhábiles para volver a contratar con él.
6.- Establecer sanciones ejemplares económicas y pena de prisión para servidores del Estado, en sus distintas ramas, que incumplan las obligaciones de su cargo, bajo denuncias comprobadas ante órganos de vigilancia.
7.- Exigir publicar la declaración de renta a los servidores del Estado cuya remuneración supere dos salarios mínimos, con sanciones ejemplares para aquellos a quienes en ejercicio de su cargo se les compruebe enriquecimiento ilícito.
8.- Establecer limite razonable a los gastos de campañas electorales, según el valor del cargo en que se aspira, dando subsidio del Estado hasta la mitad de cuanto estrictamente sea invertido, si se obtiene el umbral de votos que se señala, y con anulación de la elección cuando haya sobrepaso de la suma prefijada.
9.- Fijar sanciones para servidores del Estado, incluida la pérdida de su cargo, a quienes exijan participación a los que se les adjudiquen contratos en obras pagadas por el erario público.
Estimó, Mons. Ramírez, que la actual Consulta puede tener alguna utilidad, como algo que se hace contra la corrupción, pero que es preciso establecer con precisiones como las que sugiere, y no solo dirigidas a un pequeño grupo de ciudadanos. Es urgente avanzar en esta tarea sea cual fuere el resultado de la Consulta de estos días.