El Colegio Nueva Granada de Bogotá redujo de 12 a 5 los reductores de velocidad o «policías acostados» que había colocado sobre la calzada de la Avenida Circunvalar sentido Norte-Sur generando largos trancones en una vía que, se supone es una vía rápida. Pero no recogió los escombros sino que los dejó al margen de la vía para que todos los bogotanos paguemos su disposición final y sigue permitiendo la invasión de un carril de la avenida por parte de camionetas blindadas y carros particulares a una hora de altísimo tráfico. Y la Secretaria de Tránsito? Y la Policía de Tránsito? Bien, gracias.